viernes, 9 de febrero de 2007

El Gato con botas




Un poco más adelante, se encontraba el castillo del gigante que, según decían, tenía el poder de convertirse en cualquier animal que deseara. El gato se presentó ante él desafiándolo a convertirse en un animal grande, como un elefante. El gigante aceptó encantado, pues le gustaba alardear de sus poderes, y se convirtió en un elefante.

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